El “Nearshoring” es un modelo de subcontratación de servicios en el que las empresas optan por contratar a empresas cercanas en lugar de “offshore outsourcing” (subcontratación de servicios a empresas en otros países). Este modelo de negocio se ha convertido en una tendencia popular en la industria tecnológica y de servicios en todo el mundo, y México es uno de los países líderes en esta área.
México se ha posicionado como un destino atractivo para el “nearshoring” debido a varias ventajas que ofrece, como la proximidad geográfica y cultural con los Estados Unidos, la disponibilidad de una fuerza laboral joven y altamente capacitada, costos laborales más bajos en comparación con los EE. UU. y una mayor estabilidad política y económica en comparación con otros países en la región. Además, la reciente pandemia de COVID-19 ha impulsado aún más la demanda del “nearshoring”, ya que las empresas buscan formas de reducir costos y mejorar su flexibilidad y agilidad.
En palabras de bnamericas, México puede aprovechar este resurgimiento del “nearshoring” para convertirse en un centro de servicios tecnológicos para Estados Unidos, beneficiándose de sus ventajas en recursos humanos calificados, huso horario y cultura. Así mismo, de acuerdo con bizlatinhub, podría decirse que por cada empresa que se va de China en medio de las crecientes tensiones con Estados Unidos y una guerra comercial de facto entre las dos potencias, hay una empresa dispuesta a hacer “nearshoring” en Latinoamérica. Esta tendencia de “nearshoring” o “friendshoring” ha ido ganando fuerza en los últimos años y está llamada a despegar en 2023. El “nearshoring” en México se está afianzando rápidamente: nadie en América se ha beneficiado tanto de esta tendencia como los sectores manufacturero y tecnológico mexicanos.
El creciente interés en el “nearshoring” ha llevado a un aumento en la inversión extranjera en el sector tecnológico y de servicios de México, lo que ha tenido un impacto positivo en el mercado inmobiliario y en otros sectores relacionados. En particular, el mercado inmobiliario ha experimentado un aumento en la demanda de propiedades comerciales y residenciales, ya que las empresas buscan establecer su presencia en México y los trabajadores que se mudan al país necesitan alojamiento.
En conclusión, el “nearshoring” es una tendencia importante en la industria tecnológica y de servicios en México, lo que puede generar nuevas oportunidades de inversión y crecimiento en el sector inmobiliario y otros sectores relacionados. Los inversores que deseen aprovechar estas oportunidades deben estar atentos a las tendencias del mercado y buscar el asesoramiento de expertos locales para tomar decisiones informadas y rentables.